Razón 3: La temperatura exacta
Ni demasiado frío, ni demasiado caliente
La pregunta de las preguntas: ¿Ayudan los calcetines de dedos contra los pies fríos?
Pero también: ¿Pueden los calcetines de dedos mantener los pies frescos? La respuesta es siempre afirmativa. La razón es muy sencilla y se llama termorregulación.
Es algo que nuestro cuerpo hace de forma natural, y nuestros pies desempeñan un papel importante en ello. Sólo que los calcetines convencionales suelen intervenir en el lugar equivocado... Pero, ¿para qué sirven los calcetines de dedos?
Paso 1: Separar los dedos de los pies.
¿Lo había leído antes? Así es, es tan sencillo como eso, y este único detalle puede marcar una gran diferencia: los dedos de los pies vestidos individualmente pueden moverse de forma mucho más natural y contribuir así a un microclima equilibrado.
Los corredores descalzos pueden decirte un par de cosas al respecto: Los pies que se mueven de forma natural reaccionan mucho más rápido a la temperatura ambiente y no están ni demasiado húmedos ni demasiado fríos. Lo primero porque el sudor puede evaporarse con el calor y lo segundo porque los dedos de los pies pueden moverse libremente y, cuando hace frío, ayudan a que la sangre circule por el cuerpo. Pero lo primero es lo primero...
Paso 2: Refrigeración del soporte.
Los calcetines de dedos ayudan al pie a transpirar de forma correcta. Esto significa que la humedad queda atrapada en el calcetín y la piel permanece seca y bien ventilada. El sudor no se acumula, por lo que el pie se enfría realmente. Y los pies -sí, en calcetines- bien frescos.
Paso 3: Elige el calzado adecuado.
¿Tienes los pies fríos? No cometas el error de envolverlos en gruesos "calcetines tubo" para que no puedan moverse (ver paso 1). Esto sólo sienta bien durante los primeros minutos, pero cuando empiezas a sudar, la humedad se queda entre los dedos y se enfría. El resultado: pies aún más fríos.
Los dedos separados, en cambio, pueden moverse libremente y participar activamente. Esto significa que no se congelan con el frío, sino que estimulan la circulación sanguínea y, por tanto, se calientan.